GERNEY RIOS GONZALEZ, MEDALLA DE ORO CONTRA LA CORRUPCION

MD. JORGE CASABIANCA PRADA
Representante a la Cámara, Comisión de Ética

No es nueva la corrupción. En 1823, el Libertador Simón Bolívar, Presidente de Colombia, se vio precisado a dictar un decreto por el cual se imponía irremisiblemente la pena de muerte, a quienes se apropiaran de los fondos del erario público.

Los vicios de los anticiudadanos y antipatriotas, nacen con la misma República. Siempre el dinero gubernativo ha tentado el corazón de los ambiciosos y es poca la ley para el merecido castigo de los corruptos.

Los billones de pesos depositados anualmente por los contribuyentes colombianos, van a parar a los bolsillos de los corruptos. Al desviar el recaudo porque de él se apropian los inescrupulosos, vienen indefectiblemente las fallas en la asistencia de salud, educación, vivienda y empleo para los nacionales necesitados de esta protección estatal.  Así, se anuncia el cierre de hospitales y clínicas oficiales, no se construyen escuelas, los rubros para vivienda se estancan y aparece la protesta de los educadores, de las gentes necesitadas de elementales servicios, mientras que los deshonestos llenan sus alforjas a reventar.

La Contraloría General de la República, el 13 de octubre de 1999 manifestó en el Senado cómo en el último lustro del siglo XX el saqueo de los recursos públicos equivalió a más de $ 13 billones, lo cual haría que esta especie de “cáncer” devorara un promedio de $ 8.904 millones diarios, mientras el conflicto guerrillero  equivalía a $ 5.875 millones diarios.

Razón tenían los antiguos cuando afirmaban “el poder corrompe y el poder excesivo corrompe excesivamente”, frase que resume lo sucedido al Estado colombiano en materia de corrupción.

La corrupción se origina por multitud de causas. Parte de la discrecionalidad de algunas autoridades, que no tienen reparos en conceder permisos, expedir papeles sin el trámite de requisitos legales, tomar decisiones por encima de la ley, preferir a clientes con sobornos o bajar las restricciones en asuntos vedados a los particulares, cuando hay dineros de por medio. Al darse la oportunidad o “papayaso” en los funcionarios, penetra de hecho la deshonestidad y ella alarga sus tentáculos, al no encontrar sanciones fuertes en su momento. Otra de las causas, es la debilidad de las instituciones y la ley; donde falla la justicia e impera el mandato ilegal, la corrupción hace su entrada triunfal. Con el incumplimiento de las normas se agiganta el fenómeno y la permisibilidad es el común determinnate de la actuación oficial.

Colombia es sobornada a diario, entendida la modalidad como una actividad ciudadana hacia funcionarios inescrupulosos, acostumbrados a recibir la coima, “la palada”  o la comisión, por cualquier trámite oficial. Internacionalmente y por este aspecto, el país es una república con muchas normas si, pero ninguna se cumple.

Fuente alimentaría de la corrupción es el narcotráfico. La economía subterránea penetró de igual manera, la majestad de la justicia; el soborno a jueces y magistrados es una realidad., muchas veces denunciada, vox populi, pero no investigada a fondo. La impunidad es el imperio del miedo, amenaza, compra de falsos testigos, declaraciones torcidas, en perjuicio de la recta aplicación de este principio institucional y constitucional. 

En tal sentido, para generar un ámbito de positivismo y una conciencia colectiva que contrarreste este cáncer, el Congreso de la República creó la condecoración “Medalla Luís Carlos Galán Sarmiento” de lucha contra la corrupción que por concurso de méritos y en cumplimiento de la Ley 668 de 2001 le fue otorgada al escritor GERNEY RÍOS GONZÁLEZ. La evaluación de más de mil participantes fue realizada por las Comisiones de Ética de Senado y Cámara, constituyéndose la misma en la más seria y responsable por el significado de principios éticos y valores morales que allí se evalúan y califican.

Las reacciones no se hicieron esperar. En su exposición de motivos, el senador Hernán Andrade Serrano, manifestó que la corrupción es el principal azote del país, que encarece la inversión en servicios públicos, merma la construcción de carreteras e impide ampliar las aulas y el levantamiento de establecimientos educativos. El líder conservador huilense, felicitó al internacionalista Gerney Ríos González por sus 19 libros publicados, la mayoría dedicados a temas de interés público y especialmente a la necesidad de luchar por la rectitud y el progreso de Colombia.

El senador Juan Manuel Galán Pachón expresó que la esencia de la condecoración constituye un homenaje a quien entregó su vida combatiendo a los corruptos como lo fue su padre. Esta circunstancia y tratándose del catedrático Gerney Ríos González, tiene un alto significado que sigue palpitando en las tesis de Luís Carlos Galán, la respuesta a los retos que en la actualidad preocupan a los Colombianos en materia tan sensible.

El exfiscal de la Nación Alfonso Valdivieso Sarmiento consideró tener los suficientes motivos para expresar su respeto y complacencia por el acierto del Congreso de haber dejado en cabeza de Gerney Ríos González, autor del libro “La Economía Subterránea” este reconocimiento. “Nadie más para mostrar con orgullo esta distinción, pues no solamente en la academia, sino en sus numerosos libros, ha demostrado que a los corruptos no se les teme, se les combate” analizó el senador Valdivieso.


El senador y catedrático universitario Héctor Heli Rojas, al imponer al profesor Gerney Ríos González la condecoración Luís Carlos Galán de Lucha Contra la Corrupción, sostuvo que ésta constituye un triunfo para la academia colombiana.   


1 comentario:

  1. Hay un gran compromiso por mejorar a la sociedad, desde el punto de vista cultural, queriendo que nos apropiemos de nuestra problematica y seamos parte de las soluciones para no esperar a que otros resuelvan lo que cada uno debe resolver o peor aùn que nadie haga nada....

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